Monja congoleña Premio Nansen para los Refugiados |
Escrito por administrador dos |
Miércoles, 18 de Septiembre de 2013 14:07 |
La oficina del Alto Comisionado de
Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha anunciado hoy que la
ganadora del Premio Nansen para los Refugiados de este año es una
monja congoleña que trabaja en la región noreste de la República
democrática del Congo, con supervivientes del desplazamiento y abusos
por parte del Ejército de Resistencia del Señor (Lord Resistance Army
–LRA- por sus siglas en inglés).
La
hermana Angélique Namaika, a través de su Centro para la Reintegración
y el Desarrollo, ha ayudado a transformar las vidas de más de 2.000
mujeres y niñas que han sido obligadas a huir de sus hogares y que han
sufrido abusos, principalmente a manos del grupo rebelde LRA. Muchas de
las mujeres a las que ha ayudado han sufrido secuestros, trabajos
forzosos, apaleamientos, asesinatos, violaciones y otros abusos de
derechos humanos.
Su
enfoque personalizado las ayuda a recuperarse del trauma y el daño.
Además de los abusos que han sufrido, estas mujeres y niñas
vulnerables, a menudo son rechazadas por sus propias familias y
comunidades por sus experiencias.
Se
necesita un cuidado especial para ayudarlas a curarse y recomponer sus
vidas. La hermana Angélique lo hace ayudándoles a formarse como
comerciantes, a montar un pequeño negocio o a regresar a la escuela. Los
testimonios de estas mujeres muestran el importante impacto que ha
tenido la hermana Angélique ayudándolas a cambiar sus vidas. Muchas de
ellas la llaman con cariño “madre”.
El
anuncio de la ganadora del premio Nansen, coincide con la publicación
de un informe sobre las personas desplazadas por la violencia del LRA.
Desde 2008 se estima que unas 320.000 personas se han visto forzadas a
huir de la provincia de Oriental, en RDC, y en algunos casos en varias
ocasiones. El informe, elaborado por ACNUR y el Centro de Seguimiento
de Desplazamiento Interno (IDMC por sus siglas en inglés) subraya cómo
la violencia del LRA ha provocado un trauma grave y duradero tanto para
los secuestrados como para las cientos de miles de personas que
todavía temen regresar a sus hogares.
La
propia Angélique fue desplazada por la violencia en 2009 cuando vivía
en la ciudad de Dungu, en la provincia de Oriental. Conocer el dolor de
tener que huir de su hogar es, en parte, lo que la mueve a trabajar
cada día para ayudar a los que lo necesitan.
El
Alto comisionado de la ONU para los Refugiados, António Guterres
elogió a la premiada “La hermana Angélique trabaja sin descanso para
ayudar a mujeres y niñas que son extremadamente vulnerables debido a su
trauma, la pobreza y el desplazamiento. Los retos son muchos y eso hace
su trabajo aún más destacable; ella no permite que nada se ponga en su
camino”.
Aunque
trabaja en un lugar donde la electricidad, el agua corriente y los
caminos asfaltados escasean, la labor de la hermana Angélique es
extraordinaria. Puede carecer de las herramientas adecuadas y apenas
tiene recursos, pero nada le frena. Ha convertido en el trabajo de su
vida el aliviar el sufrimiento de las mujeres y niñas desplazadas para
darles esperanzas renovadas de cara al futuro.
“Las
vidas de estas mujeres se han visto quebrantadas por la violencia
brutal y el desplazamiento; la hermana Angélique demuestra cómo una
sóla persona puede marcar una gran diferencia en las vidas de las
familias separadas por la guerra. Es una auténtica heroína” añadió
Guterres.
Respondiendo
a este anuncio, la ganadora ha declarado: “Es difícil imaginar cuanto
han sufrido las mujeres y las niñas víctimas del LRA. Llevarán las
cicatrices de la violencia para el resto de sus vidas. Este premio
supondrá que más personas desplazadas en Dungu podrán obtener la ayuda
que necesitan para reconstruir sus vidas. Yo nunca dejaré de hacer todo
lo que pueda para darles esperanza y la oportunidad de volver a
vivir”.
La
hermana Angélique recibirá el Premio Nansen para los Refugiados y la
Medalla Nansen en una ceremonia que se celebrará en Ginebra el próximo
30 de septiembre. El evento contará con la presencia del popular
escritor Paulo Coelho y con las actuaciones musicales de la cantautora
británica Dido, la malaya Yuna y los músicos malienses nominados a un
Grammy, Amadou y Mariam.
Tras
la ceremonia la hermana Angélique viajará a Roma, donde será recibida
en el Vaticano por el papa Francisco el día 2 de octubre antes de
partir hacia París, Bruselas y Oslo para mantener otros encuentros.
Sobre el Premio Nansen para los Refugiados
Establecido en 1954, el premio reconoce
el extraordinario trabajo humanitario en favor de personas refugiadas,
desplazadas internas y apátridas. El premio incluye una medalla
conmemorativa y un premio en metálico de 100.000 dólares. En estrecha
consulta con ACNUR, el ganador utiliza el premio para financiar un
proyecto que complemente su trabajo.
Nacido
en 1861, Fridtjof Nansen fue un científico, un diplomático, un hombre
de estado y un humanista dotado de una profunda compasión hacia los
seres humanos. Sin perder nunca sus ganas de aprender, Fridtjof Nansen
se convirtió en un pionero en el campo de las ciencias aplicadas,
abarcando desde la zoología, la biología marina, la oceanografía y la
geología, hasta la antropología y la sociología. No había cumplido aún
los treinta años cuando adquirió el reconocimiento internacional al
atravesar Groenlandia esquiando en 1889.
Pero
es sobretodo por su trabajo pionero a favor de los refugiados por el
que se le recuerda con mayor cariño. Al término de la Primera Guerra
Mundial, en 1920, la Sociedad de las Naciones le pidió a Fridtjof
Nansen que organizase la repatriación de unos 450.000 prisioneros de
guerra. Tarea que logró con éxito gracias al apoyo de los gobiernos y de
las agencias de voluntarios.
Reconocido
como un líder carismático, fue nombrado Alto Comisionado para los
Refugiados en 1921 – un puesto creado específicamente por la Sociedad
de las Naciones.
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