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miércoles, 21 de agosto de 2013


Las grandes circunstancias, para nuestra corta existencia. PDF Imprimir E-mail
Escrito por administrador dos   
Domingo, 02 de Junio de 2013 18:55
  Las convulsiones de siempre, apreciados lectores, nos hacen siempre vivir y respirar los grandes pesares que no nos permiten ver ningún tipo de resultados y mucho menos una positiva solución a tantos problemas que se levantan ante nuestra existencia.  Dejándonos la terrible sensación de que nuestra corta existencia, no alcanzará para soluciones inmediatas y que nuestras futuras generaciones nacerán con un cúmulo de desdichas y necedades no resueltas.

 
Todos los sectores de intereses, nos ofrecen un mundo mejor, entre ofertas, promesas o modas, con tal de conseguir estrujar a los ciudadanos, en su economía, en su moral, en su creencia o en una necesidad circunstancial o incluso en la canasta básica familiar.


Todos los Gobiernos, ofrecen un país mejor, una sociedad más fortalecida, con una economía sólida y empleos por miles, pero cuando ya no pueden, le echan la culpa a gobiernos anteriores, echándoles toneladas de corrupción y destapando las cantidades de mentiras y malas promesas ofrecidas, los funcionarios de gobierno, participantes en anteriores gobiernos, nunca supieron de tales maldades y siguen navegando en un mundo de influencias, pues al final, ellos saben todo en cuanto al manejo de las calamidades, según su experiencia.


Los bancos, ofrecen las mejores tasas, para aquellos que aún pueden invertir y/o congelar sus pocas riquezas y ganarse algunos centavos con la ley del menor esfuerzo, pero al final mucha inversión para tan pocas ganancias.  Las ofertas y demandas, cada día más empobrecidas.


Ofrecimiento de empleos, pero sin saber un verdadero método, que al final, todo pinta a una promesa que se va despintando con el tiempo.  Nuestros trabajadores, todavía ven el norte como su sueño americano y no les importa que dicha región esté en crisis, pues aún así, lograrían mejores cosas que en su propio país, aunque tengan que sacrificar a la propia familia, separando y debilitando cada día más, las estructuras de nuestra sociedad.


Sin mencionar en todo esto, cuando se pierde el empleo, o la gente se enferma… ¿Qué hacer? Empezar a sentirnos como ciudadanos de tercera categoría, pues ¿A quién se reclama ésta calamidad?... No tenemos un soporte claro, aunque los Jefes de Estado digan: “Yo estoy aquí, yo estoy con ustedes”… ¿Qué significa esto al final de las cosas y más cuando los pueblos están cada día más empobrecidos?

Poca oportunidad de desarrollo social, pocos sueños realizados, pero sobre todo la inexistencia de políticas de sostenibilidad para los países que están en pleno letargo de su propio crecimiento.


¿Hasta cuando señores?

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